Cuando las temperaturas caen bajo cero y la nieve empieza a cubrirlo todo, es el momento de sacar el vino tinto y entrar en calor. Al menos eso es lo que la gente suele pensar… pero hay algunos blancos que son capaces de lo mismo y más incluso estando "fuera de temporada".
Deja los vinos más frescos y de mayor acidez en la bodega unos meses más, a menos que quieras que se te congelen las papilas gustativas...
¿Cómo suavizar esa sensación de frío punzante? Con un blanco con cuerpo y mucho carácter, por ejemplo.
Estos son nuestros 5 mejores vinos para degustar mientras esperas tranquilamente que llegue la primavera.
¿Qué mejor manera de empezar que con un vino originario de las altas cumbres de los Dolomitas? Este excepcional vino de Trentino sabe cómo hacer frente al invierno más duro sin la nostalgia del verano. Delicadas notas de flores blancas que dan paso a un conjunto aromático muy especial, con marcados toques de melocotón y manzana. Un vino de la montaña al que le gusta el mar, y te lo hará descubrir junto a un buen caciucco.
Saborea desde el extremo norte hasta el sur más profundo con esta mezcla de uvas Malvasia y Pinot Grigio. Volamos a Apulia, cuyo clima suave y generoso es garantía de éxito. ¿Qué debes saber sobre este blanco? Que es perfecto para tomar junto a un aperitivo o un plato principal, además de acompañar los momentos de puro relax en los que solo te apetece tomarte una buena copa de vino y nada más. Aromático, versátil y seductor: la fruta amarilla te transportará a las cálidas tardes de verano, pero su riqueza y persistencia no te harán lamentar estar en febrero.
Traminer Aromático
La traminer es una variedad de uva aromática que encuentra su hábitat perfecto en las frías colinas de la región de Venecia. En este lugar es capaz de abrirse y expresar todo lo mejor de sí misma, dando lugar a un sabor que se te quedará grabado en la mente durante mucho tiempo... Dorado, cálido y brillante, con notas de rosa y especias dulces, como la canela y el clavo de olor. Precisamente por su potente y particular aroma, podrás tomarlo perfectamente con un fantástico guiso de ternera y patatas para disfrutarlo en todo su esplendor.
En nuestra lista no podía faltar la chardonnay, la variedad de uva blanca más famosa del mundo. Aromático en nariz, envolvente en boca: toques de melocotón, pera y piña inician el espectáculo, mientras que las notas de miel y vainilla se encargan del gran final. Su sabor es pleno y con mucho cuerpo, lo que se nota especialmente en invierno. Aunque bajen las temperaturas, este vino sabe cómo mantenerte caliente…
No, no nos hemos vuelto locos, y ahora te vamos a explicar por qué. La riesling es una de las variedades de uva más ácidas del mundo, y por eso no es uno de los primeros blancos que se nos vienen a la mente cuando pensamos en un vino ideal para el invierno. Pero hay otra cara de la moneda mucho más sabrosa. Intenta imaginar la gran frescura de este blanco acompañando un buen plato sabroso y graso como, por ejemplo, una fondue de queso. Ahora piensa en una nevada, tú disfrutando del calor del hogar y una buena fondue en el centro de la mesa. Créeme, un sorbo de Riesling es justo lo que necesitas para seguir adelante.
¡Y ahora que te hemos dado algunas ideas, solo tienes que probarlos y comprobarlo por ti mismo!