Nacido como acompañante ideal para las comidas, en la actualidad es la base de 3 vinos DOCG y de más de 30 DOC. Gracias a su adaptabilidad y a sus cualidades, sin duda podemos afirmar que el Barbera es el vino perfecto para tener en la mesa durante todo el año. Basta con tomar un pequeño sorbo y se sorprenderá por sus agradables notas especiadas y su aroma a flores y a fruta fresca, mientras que en boca sorprende por su cuerpo y por la frescura que lo caracterizan, tanto en su versión tranquila como en su versión frizzante.
Barbera y pasta: un amor imbatible
El Barbera no deja nunca de sorprender, ni siquiera en primavera. ¿Alguna vez lo ha probado con un plato de pasta rellena o de lasaña? Si la respuesta es no, remédielo lo antes posible y descubra la maravillosa armonía que la acidez y la frescura de este tinto son capaces de crear junto con una pasta fresca o seca. Otro compañero excelente de este vino son los fusilloni trafilati al bronzo: ¡tanto si van acompañados de una apetitosa salsa de carne como si son los protagonistas de una pasta pasticciata de temporada, la combinación con un Barbera será asombrosa!
Con gastronomía tradicional para una explosión de sabores
¿Es un amante de los platos tradicionales y no puede renunciar a ellos ni siquiera con el aumento de las temperaturas? El Barbera se convierte en portavoz de lo auténtico al combinarlo con un entrante a base de gnocco fritto con quesos y embutidos o con platos principales a base de carne. Tampoco puede perdérselo junto con salsas típicas del norte de Italia, como el ragù alla contadina, para descubrir los sabores típicos en el plato y en la copa.
Sabor y ligereza con un Barbera
Si con la llegada del buen tiempo le gusta redescubrir los sabores ligeros en la cocina, no olvide que el Barbera realza los platos de primavera de una manera impecable. Con una tortilla de espárragos, hierbas o queso fresco con aceite de oliva virgen extra, este vino atemporal le aportará una inimaginable sensación de frescura.