Sabemos que un amante del vino como usted no pierde ocasión de levantar la copa y, sobre todo, de beber bien. Pero, ¿cómo reconocer un buen vino? No se preocupe, esto no es un interrogatorio. Sólo queremos darle algunos consejos para degustar sus vinos favoritos como un auténtico entendido: ¿empezamos?
Cómo reconocer un buen vino: el aroma
Inhalar el aroma del vino es un momento mágico, ¿no le parece? Viértalo en su copa, acérqueselo a la nariz y cierre los ojos... Sólo con empezar por los aromas, puedes empezar a reunir pistas sobre la calidad del vino. Hay que tener en cuenta dos aspectos:
- si los aromas son nítidos, los captará incluso antes de acercar la copa a su nariz;
- si le cuesta distinguir los aromas, significa que el vino puede ser un poco "plano".
Detente unos instantes para reflexionar sobre los olores que has percibido: ¿te gustan? ¿Le parecen armoniosos? ¿Le parecen agradables? Si la respuesta es afirmativa, es muy probable que tenga entre manos un buen vino.
Confíe en su olfato: ciertos olores indican claramente si un vino es bueno o no. Por ejemplo: las sensaciones de flores y frutas, los toques de especias son todos buenos olores (como puede imaginar, deben ser armoniosos y equilibrados).
Cuando los olores son menos agradables, como a fruta ácida o a trapos mojados (no se lo creerá, pero estos olores son los más comunes cuando se habla de un vino con defectos), entonces es probable que se deseche la copa que tiene delante.
Cómo reconocer un buen vino: el gusto
Por último, ya está: es el momento de catar el vino. Si ha descorchado un blanco, puede percibir una sensación de frescor muy agradable, junto con algunas notas aciduladas. Al sorber un buen blanco, como el GRILLO SICILIA DOC BIOLOGICO, percibirá inmediatamente un sabor equilibrado, limpio y fluido. Esta etiqueta en concreto te regalará notas florales que nunca cansan, porque van acompañadas de la acidez justa: ¡esto es lo que se entiende por un sabor equilibrado! Una copa lleva a otra, es inevitable....
En un tinto intenso, en cambio, se pueden percibir sabores como la cereza, la violeta, la ciruela e incluso, si se trata de un vino ligeramente envejecido, algunos toques de especias y madera. La botella que refleja a la perfección estas sensaciones en el paladar es el NEBBIOLO LANGHE DOC, ideal si quieres sorprender a tus amigos con una pequeña degustación de quesos curados y azules o, tal vez, de embutidos. Maridarlo con la comida adecuada, por supuesto, también es fundamental para realzar los sabores y el acabado de la copa que estás degustando.
Un rosado, en cambio, puede depararte muchas sorpresas (tanto mientras disfrutas de sus aromas como en el paladar): si descorchas uno fresco y espumoso como DORALUNA, apreciarás todas esas notas de delicadas flores y frutas que pueden acompañarte desde la hora del aperitivo hasta altas horas de la madrugada. Sí, porque el rosado no sólo es muy agradable al paladar, sino que además suele ser tan versátil que combina bien con pescados, carnes blancas, quesos y embutidos ligeramente aliñados. En definitiva, un "must" a tener en la nevera para todas las ocasiones, por si acaso.
Cómo reconocer un buen vino: persistencia
He aquí un concepto fundamental para entender bien si un vino es realmente bueno o no: la persistencia. Como ocurre incluso con los platos más sofisticados, la sensación que queda en la boca tras la degustación es fundamental para trazar la línea imaginaria (que todo buen winelover debe tener en mente) que separa un vino mediocre de uno memorable. Si el sabor de un vino "desaparece" al cabo de unos instantes, lo más probable es que no sea una buena copa para ofrecer a los amigos... ¡o incluso para disfrutar de una velada relajada!
Ahora que te hemos dado unos cuantos consejos para disfrutar del vino como un auténtico experto, sólo tienes que aprovisionarte de Giordano y llamar a tus amigos: ¡verás cómo se sorprenden de tus conocimientos como auténtico amante del vino!