En la actualidad, la capital de la happy hour es sin duda Milán, pero el auténtico aperitivo a la italiana tiene más de dos siglos de historia y una antigua tradición que tiene sus raíces en las grandes ciudades de nuestra región.
Durante décadas, el ritual del aperitivo ha reunido a turineses, venecianos, napolitanos y milaneses con una fórmula diferente a la actual. Junto con una bebida alcohólica, a menudo un vaso de vino, no había un delicioso buffet como el que hay hoy en día, sino unos cuantos tentempiés y aperitivos tanto dulces como salados.
En otros tiempos, el aperitivo era un momento para compartir en compañía de los amigos antes de la comida, a veces a última hora de la mañana, y no solo al salir del trabajo como sucede hoy en día. Recuperar este ritual, aún vigente entre los más fieles amantes del aperitivo “auténtico”, requiere pocos ingredientes, pero bien seleccionados.
Esta es nuestra propuesta para una happy hour que aúne gusto, estilo y tradición.
Espumosos, los inevitables compañeros de la happy hour
No puede haber aperitivo sin una copa de vino espumoso, el acompañamiento perfecto para unos aperitivos salados fríos como los canapés con crema de alcachofas o unos aperitivos a base quesos ligeros. Puedes acompañarlos con un espumoso Extra Dry como el ‘900 Gran Giordano, ligero y saciante. Gracias a sus notas cítricas y a sus aromas frutales, tiene todas las cualidades para darle un toque de elegancia a tu aperitivo. Si te encantan los vinos frizzantes, nuestro Prosecco DOC no te dejará seco el paladar. Es agradable, bien equilibrado y fino y se puede tomar con gusto.
¿Tranquilo o frizzante? La pre-cena con vino blanco
Fresco, afrutado y seductor: estas son las características esenciales que debe tener un blanco de aperitivo. Con sus notas de melocotón y piña, el Loris Vino Bianco tiene todo lo que un vino necesita para triunfar en una happy hour. Combínalo con una ensalada de pasta o unos crostini con atún o anchoas para disfrutar de todo el cuerpo de este vino.
El aperitivo con un tinto Lambrusco
Servido frío con una tabla de quesos y embutidos, el tinto de aperitivo por excelencia es el Lambrusco di Modena DOC. Frizzante en su justo punto, agradable y armonioso, es el vino perfecto para disfrutar de una suculenta, sustancial y saciante happy hour italiana.